jueves, 18 de septiembre de 2014

MORIR DE AMOR.

MORIR DE AMOR


Estoy sola en la orilla..
En el Ocaso te espero y te sueño
y te anhelo...Y quiero tener tus besos
Y me canso de tanto amarte...

Te estoy esperando en el mar.
Te estoy llamando en el viento.
Mis lágrimas son la lluvia
que en la arena han caído 
de mis ojos hoy dormidos....

Las olas me traen tu nombre.
La espuma me deja besos
de tus labios...Esos que dejaste
olvidados en mi Boca...En mi lecho,
cuando conmigo hacías....

Me dejaste y te fuiste, con el viento,
con las olas, con la espuma de la mar 
y con tus sueños.
Yo miro al horizonte
cada día, cada tarde, cada noche,
por ver si por allí apareces...

Tengo sal en la mirada
y salitre tiene mi Boca...De
esperar que tu figura aparezca
y que como antes...Tú me beses,
que me ames en la arena, 
a la orilla, en la playa
y que ya nunca me dejes.

Mis brazos son como redes
que yo le lanzo a la Mar.
Quiero atraparte los sueños.
Quiero que regreses ya
a mis brazos, a mis labios
a tu Hogar...

Cuando se oculta la Luna
vuelvo de nuevo a mi Hogar,
allí me canso de esperart
acurrucada en mi lecho.
Abrazada a tu recuerdo y 

envuelta en tu Amor...

Y así esperando a que vuelvas,
ya cansada...Yo me duermo.
Esperando que regreses...Y
que entre sueños me despiertes,
que me beses, que me hagas el amor,
que me envuelvas en tus brazos
Y que me Muera de Amor

Y así sigo soñando...Con que
a mi lado estás y me sumerjo en
el sueño...Y no quiero despertar...

Fuensanta Nicolás
Mi agradecimiento y cariño a todos los que seguís mi Poesía.
Podéis seguirme también en mi Web fuensantanicolas.jimdo.com




miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA PRIMERA VEZ QUE TE VI

---dyvertimento 391-

La primera vez que te vi
todas las partes de mi cuerpo
dijeron a una:
“Yo quiero una de esas”

Así que llamé a todas las partes de mi cuerpo
a mi mesa
y les reñí
y les pegué con la regla.

Y les dije, una a una
“Tú, no”
“Tú, no”
“Tú, no”
“Tú, no”
“Tú, no”
“Tú, no...
….
….
y

“¡¡¿Tú?!!
¡Tú menos que ninguna!”

Hasta que, finalmente
llegué hasta la mente
y le dije:
“Bueno, tú quizá sí,
tú, prueba un poco.”

( pero después no se dio


y vino a ser que tampoco)

© fgm
Soy Ritman, 
Gracias por vuestra lectura.
A vuestra disposición en mi blog: Las flores del Mac 
Y en twitter : @RitmanBlu

INVIERNO


invierno para Art Suite

Se deshizo el invierno
en las brasas de mi corazón.

Se deshizo
para crear colores
sin imaginar inviernos.

16/IX/14

Poesía: Rita
Blog: Cosas que siento
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Facebook:Rita
Twitter:C.Grant

Fotografía: wikipedia

domingo, 14 de septiembre de 2014

Cinco y media

Edur8
Un bar no muy distinto de otros bares: puertas de madera con cristales no demasiado limpios y dorados tiradores sin lustre; una luz amarillenta y mortecina desmayándose sobre la acera de la oscura calle.

Las cinco y cuarto de una tarde más de un mes cualquiera. Cinco personas en su interior. Cinco anónimos habitantes de una ciudad anónima.

El camarero, tras la barra, apoya el codo sobre el mármol. Observa displicente a los clientes mientras hace cuentas mentales de los ingresos del día y piensa en su hipoteca. Su negocio le proporciona lo justo para ir tirando después de haberse deslomado durante treinta y cuatro años en este maldito antro. ¡Se dice pronto! Toda la vida. Desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, de lunes a sábado. Soportando a gente pesada que se empeña en contar sus penas y sus miserias y que después se larga sin dejar ni una puñetera propina. Está enfadado con el mundo. La vida le debe algo y nunca le paga. -“¡A la mierda!, ¡hoy me largo a las cinco y media! ¡Que les den a todos!”-  Se dice como tantas veces, pero sin decidirse nunca a hacerlo.

Desde la barra controla las ocho mesas del bar y, como otras veces, mira a los clientes y les fabrica una vida feliz para poder odiarlos a sus anchas.

Y sin embargo…

Teresa, junto a la puerta de entrada, lee un libro y toma un café solo, sin azúcar. Hace rato que espera y sus ojos, que no han podido pasar de la página setenta y tres de la novela que sostiene entre las manos, se mueven inquietos, pasando de las desenfocadas líneas a la puerta de entrada. Cruza y descruza las piernas. Está muy nerviosa. Hoy verá a Sergio. Después de intercambiar intimidades virtualmente podrá, de una vez, conferir cuerpo a sus virtuales sentimientos. Teresa lleva muy en secreto esta relación por miedo a ser tildada de ingenua. Si la cosa cuaja, ya se inventará un encuentro en un museo, en un parque, en un teatro o en la Asociación de Divorciados. Ahora solo desea que lleguen las cinco y media.

Carlos, en el centro, hace rato que tiene la vista fija en su cerveza. Las sudorosas palmas de las manos pegadas a la mesa y entre ellas la jarra que lo hipnotiza. Sus anonadados ojos se hunden en la espuma de la rubia. No se mueve. Apenas parpadea. A las cuatro y media, después de dejar la consulta, ha entrado en el bar y aún no ha tenido fuerzas suficientes para llevarse la copa a los labios. Cáncer. Eso es. La misma machacona palabra que no deja de sonar en su cabeza: cáncer, cáncer, cáncer… como un monótono e interminable mantra, cáncercáncercáncercáncer… ¿Cómo se lo dirá a Ana? ¿Qué pasará con sus proyectos? ¿Qué pasará cuando él ya no esté? – “Tengo miedo. ¡Joder!, soy demasiado joven para morir”- Y sigue hundiéndose más y más en su cerveza y en su desesperación. – “A las cinco y media iré a recoger a Ana”.

Cristina bebe un gin-tonic y resuelve un crucigrama en la mesa del fondo de la fila de la izquierda. –Tres letras, patriarca bíblico que construyó el arca…¡Noé!-. Necesita ocupar la mente para no tener que pensar en lo que le dirá a Luis. Ha confeccionado cientos de guiones mentales y todos le parecen horrendos, tópicos y típicos así que, cuando llegue el momento, simplemente le dirá: “Luis, tenemos que hablar” y el resto ya saldrá solo. En realidad, ella no ha tenido la culpa de que las cosas se hayan liado de esta manera con Pedro. Trabajar juntos y avenirse hace que una cosa lleve a la otra. Es normal. –Decimoséptima letra del alfabeto español… ¡ñ!- Al fin y al cabo, con Luis las cosas ya no funcionaban desde hacía tiempo, eso es innegable.  – Nombre de mujer, cinco letras, empieza con “e” … ¿Elisa? ¿Elisenda? ¿Elia?… ¡Ni idea!.; -Yunque de platero…-País costero africano… – “Esta noche sin falta. De hoy no pasa. Hoy hablo con él. Acabo el crucigrama y me largo. ¡Uf!, es pronto, esperaré a las cinco y media” – Canción típica canaria… Extremo de la entena…

Pilar toma a pequeños sorbos su té con limón en la mesa cercana a la barra. A las cinco y media en punto saldrá hacia la estación para coger el tren de las seis. Quince años de ausencia. Demasiado tiempo. Una mañana se marchó diciendo que necesitaba encontrarse a sí misma. Su madre nunca se lo perdonó. Ahora regresa a casa sin haber encontrado nada y con las manos vacías. Pilar sabe que la primera pelea es solo cuestión de tiempo. En todos los años pasados ni ellas ni las cosas han cambiado. La llamada de hoy ha sido volver atrás en el tiempo: –“Pilar, si es que tú no sabes ni lo que quieres…” – “Mamá, por favor, no empieces…”

Un bar. Gente. Las cinco y media…

Buenas noches, les habla Carmen Olmos. Hace escasamente media hora que una fuerte explosión, a pocos metros de donde nos encontramos, ha conmocionado a los habitantes de esta tranquila zona de la ciudad. Según algunos testigos, eran las cinco y media en punto cuando se ha oído un tremendo estruendo y, seguidamente, el edificio de cinco plantas situado en el número cinco de la calle Media se ha desplomado.

Por el momento, se ignoran las causas del siniestro, aunque las autoridades ya barajan varias hipótesis. Aún no tenemos datos definitivos, pero dada la hora, suponemos que el número de víctimas puede ser elevado. Los mantendremos puntualmente informados a medida que vayamos teniendo más datos.

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Nos vemos en: