martes, 9 de diciembre de 2014

Lucía (continuación)


-El médico ginecólogo se hizo presente en la sala revisando a la joven madre, la observó por un instante y extendió su certificado de alta médica, al igual que el médico pediatra que, con su mirada interrogaba su soledad.

 -Con la advertencia, sobre la importancia de sus cuidados, y vacunas para el niño, y que no olvidara controlarlo, en sus visitas al médico, sobre su peso o posibles molestias que pudiera percibir, antes de retirarse ordenó a la enfermera proveyera a la joven madre de vestimentas para el infante y varios potes de leche, para aportar al buen crecimiento, Abigail quedó muy agradecida y abrigó muy bien a su niño, y partió  de la sala, caminó unos metros y regresó revisando cada rincón de la habitación, como si olvidara algo, en la cuna donde hiciera instantes su hijo durmiera vio unas frazaditas y las tomó, saliendo de prisa del lugar.

-Se dijo así misma, si ese acto que acababa de cometer era por amor, no se trataba de un delito.

-Al llegar a las puertas que la reunían con el afuera sintió como el peso de la vida caía sobre sus espaldas, miró hacia ambos lados sintiendo como cada detalle se agigantaba a sus ojos.

-Cruzó la calle y su niño comenzó a llorar, se sentó en un banco y le dio de mamar, mientras su hijo se alimentaba, su mente volaba, imaginando la reacción de Andrés, al ver a su bebe, en brazos, y caminó sola en el frío con hambre, cansada sin una moneda en sus bolsillos.

-Tocó el timbre del portero, que se encontraba a cien metros de la entrada a la casa, una voz la atendió, era Matilde la mucama de la familia, a quien se anunció, solo recibió negativas sobre cualquier información del joven, sin permitirle el ingreso a la residencia,  Abigail levantó su mirada desconcertada pudiendo ver como de la casa detrás de las cortinas la observaban.

-Se aferró fuertemente a las rejas y gritó, -¡Andrés, soy Abigail ven, conoce a tu hijo! -¡Es tu hijo Andrés!

-Nadie salió, rápidamente las cortinas se cerraron, la joven dejó su cuerpo desplomarse con su niño en brazos y sus piernas manchadas de sangre, lloró con llanto desconsolado apoyada en las rejas  mientras aferraba el niño a su cuerpo, de la casa salieron tres guardaespaldas para quitarla de la puerta y  arrojarla a la calle, lastimándole su frente y codos al apoyarlos para sostener a su hijo.

-Lloró en silencio, y se dijo que nunca más lloraría, y todo cuanto fuese de Esteban un día seria suyo, comprendiendo el porqué de su negativa cuando ella preguntaba por su familia, entendió que todas sus promesas de amor eran mentiras… Continuará




Lucía: XX

EQUILIBRIO


equilibrio para Art Suite

He de encontrar
un equilibrio
entre tu mundo y el mío.

No nadar a contracorriente,
dejar que me arrastre la ola
y volverme a encontrar.

5/XII/14


Poesía: Rita
Blog: Cosas que siento
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Facebook:Rita
Twitter:C.Grant 
Fotografía: álbum personal

lunes, 8 de diciembre de 2014

Sueños

Con un pasaje de ida sin retorno
en un tranvía de ilusiones
la noche nueva me lleva hacia ti,
a tu lado, a tu sonrisa,
a la caricia de tu piel,
mis pensamientos
vagabundos, e intransigentes
vuelan deseosos a través,
en una  nube de sueños,
donde la llanura de tu boca,
espera ansiosa por la mansedumbre
de mis labios,
que rozan y te tocan
dulcemente agonizantes,
agitados en ecos gemidos,
susurrando sobre tu vientre
palabras acostadas
silenciosas miradas,
en un  lento respirar
nuestros anhelos arden
como nuestras almas jadeantes




domingo, 7 de diciembre de 2014

Lluvia


Nostalgias de una tarde lluviosa
donde el viento asoma su rostro
por el cerrojo,
te recuerdo frágilmente asomado
al balcón desde ese tu rincón de soledades,
tu luz opaca casi difusa desmenuzaba
 gotas en sus caídas,
primero una, luego otra, así sucesivamente,
millones de parpadeantes segundos
envueltos en su bullicio,
el reloj no se oye,
 aun así continua corriendo el tiempo,
suicidando los sueños bajo su  manto,
¿Por qué te has ido? ¡No lo sé!
Solo la mañana atesora tus secretos,
bajo sus llaves de rocío
empuñando los silencios,
llueve en mi alma,
una lluvia temprana,
oigo una voz en el aire
que me llama, entonando
rocas en su garganta…