He recogido las historia de mi vida
En pedacitos breves y lanzado al basurero
Junto con ello también enrollé los mudos años de niñez.
Uno a uno los iba incinerando hasta quedar solamente cenizas
Junté tanta que parecía los restos de una pira
De esas fallas que queman en Valencia.
Pronto recordé que se acercaba otro cumpleaños
Festejar con una ánfora bajo los brazos
la ineludible fecha de estar menos joven.
Entonces supuse que así llegaría a ninguna parte
Con el destino devorado por las llamas
o el pasado verlo convertido en una sola flama.
Antes que fuera tarde puse las manos al fuego
sabría que no me las quemaría, porque era mi vida
Algo carbonizado pero ileso, sigo escribiendo.
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