ASCENSOR
Sus
ojos eran
el
ascensor más rápido
para
subir al cielo
y su
desprecio
el más
veloz
para
bajar al suelo
En
medio, estaba su amor
y,
dentro, yo,
golpeando
(como un
loco o como un ciego)
los
botones del ascensor
Muy bonitos tus breves versos, Rita. El desprecio del ser amado a cualquiera lo baja hasta el suelo. Un cordial saludo y una invitación a mis blogs....solamente haces clic en mi foto y te conducirá a mi perfil, y allí hallarás los enlaces de mis dos blogs. Serás bienvenida.
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