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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Tu regalo



 No sé regalarte objetos,

 ni útiles ni banales,

 no quiero,

 no puedo encerrar en ellos

 ni una brizna de lo que te amo.

 Te regalo a mí mismo,

 mis grandezas, pocas,

 mis miserias, muchas,

 mis aciertos, algunos,

 mis errores para que los perdones.

 Sabes cómo soy,

 sabes cómo siento,

 tienes que saber también

 que soy por ti,

 que siento por ti,

 que sufro por ti,

 que vivo por ti

 y que muero por ti y para ti.

 Tómame,

 sabes quitarme el envoltorio,

 mírame,

 no me arrincones,

 quiero ser tu muñeco roto,

 estréchame y déjame contigo.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Tus ojos



En la penumbra de la madrugada silenciosa,

bañada la habitación en plata de luna,

acariciada por la tenue brisa de verano,

duermes preciosa, plácida, tranquila.
Mis besos recorren tu frente relajada,

tus mejillas tibias,

tu espléndido cuello que levemente palpita.
Mis manos estrechan tu cara contra mis labios,

recorren tus hombros y brazos distendidos,

la seda de tus pechos dormidos

que perezosos responden a la caricia,

tu vientre y caderas de Venus de Milo,

suaves y ardientes las ingles que acogen

el pubis de marfil que apenas rozo,

los cálidos muslos de terciopelo.
Te contemplo y te toco todo el tiempo.

Tu respiración pausada, lenta, rítmica,

ausente en sueño feliz y en dulce paz.

Al fin incontenible beso tus labios con ternura,

lentamente se abren tus ojos

hermosos como dos piedras preciosas,

me miras, los miro, los cierras,

los abres y de nuevo la estancia se ilumina,

tu mirada escudriña mi rostro,

me recibes con un suspiro y te abrazo,

me fundo en un beso mirando los tesoros de tus ojos,

tus preciosos ojos, que todo lo examinan.

Me entregan calma, confianza, amor profundo.

Tus sublimes ojos infinitos, todo dulzura, todo sosiego.

martes, 10 de diciembre de 2013

Letanías del recorte



Qué gran contratiempo.

-      Tanto por ciento.

Me pone en gran aprieto.

-      Tanto por ciento.

Mire que no lo comprendo.

-      Tanto por ciento.

Le muestro mi descontento.

-      Tanto por ciento.

Que me va en ello el sustento.

-      Tanto por ciento.

Cambie de pensamiento.

-      Tanto por ciento.

No sabe cómo lo siento.

-      Tanto por ciento.

Me quedo sin aliento.

-      Tanto por ciento.

Seco como un sarmiento.

-      Tanto por ciento.

Mis hijos, sin testamento.

-      Tanto por ciento.

Tenga en cuenta mi esfuerzo.

-      Tanto por ciento.

Mi entrega y mi sufrimiento.

-      Tanto por ciento.

Toda mi vida, todo mi tiempo.

-      Tanto por ciento.

Atienda a mi lamento.

-      Tanto por ciento.

Me deja sin argumento.

-      Tanto por ciento.

¿Cuánto es el descuento?

-      Bastante, por cierto.