Que ahí me encontrarás;
Que aquí sigo andando,
O quizá sigo buscando,
Y a mi sueño llegarás.
Ese corazón ten herido,
Yo lo quisiera consolar;
Si eso me es permitido...
Te lo haría tan consentido...
A la hora de amar...
Dejando ya al olvido,
Ese dolor tan sentido,
Que con mi amor habrás de olvidar.
Ven conmigo,
Enséñame y te enseñare a amar;
Yo seré tu testigo,
Pues yo me iré contigo,
Si tu me has de enseñar;
Pero serás mi castigo,
Eso si nada consigo,
Si contigo no puedo estar.
Toda mi fortuna de amor,
Tu la podrías tomar;
Tendrás de mi lo mejor,
Como del lienzo el color,
Como de las notas el cantar,
Así cómo al alma has de amar,
Con el más puro fulgor.
Dejare o dejaría de amarte,
Sólo sin este mi corazón;
Así qué nunca he de dejarte,
Ni de pensarte estarás aparte,
Porque sólo tu eres mi razón,
Que se forja en mi atracción,
En verte y soñarte,
Y cantarte mi canción.
Yo el Autor:
Miguel Ángel Rojas Ibarra.
Mazatlán, Sinaloa, México.
Y en mi blog:"Entre el Cielo, el Suelo y el Mar"
Y en mi blog:"Entre el Cielo, el Suelo y el Mar"
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