lunes, 26 de mayo de 2014

Punto interrogante



Lo nuestro empezó despacio, con calma.
Como los días tranquilos en primavera.
El césped bailaba bajo nuestros pies
y nosotros nos dejábamos llevar sobre él…

Mis uñas pintadas de rojo 
jugaban en tu pelo, en tu cuerpo…
Y tu te perdías muy lejos,
más allá de las nubes.

Pero no te decidías…
Me dejabas ahí, con la duda.
La interrogación abierta.

El sí, el no, el quizá…
Incógnitas que no podía soportar.

Te leía por la noches,
te contaba cuentos.
En los que imaginamos 
ser los protagonistas.

Tú te dormías entre mis brazos
después del amanecer…

Pero después desaparecías 
y la interrogación no se cerraba.
Yo empecé a nadar en otros mares
pero tú no decías nada, seguías callado.

Jugabas a caminar sobre dos ruedas,
pero te caíste del tejado
y ya era tarde…
Yo no estaba ahí para cogerte.

Entonces quisiste darme todo de golpe,
pero ahora ya no valía.
Así son los juegos…
Unas veces se gana 
y otras se pierde.

Te escondiste entre dudas y miedos.
Sin darte cuenta que yo estaba en otra parte…
No quería quererte con interrogantes.

Y todo quedó en el aire
cayendo poco a poco al vacío
Sin nada alrededor a lo que sujetarse…

Ni puntos…
                      Ni interrogantes...


Por: Lady Writer

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