sábado, 11 de enero de 2014

EFENBAR THINGS-75-TRES GATOS








EFENBAR THINGS-75-TRES GATOS

-Prácticamente el único gusto- en este caso, no gusto-¿sobre  “no gustos “ hay algo escrito, Mac?), que compartía con mi primera mujer era la aversión por los animales domésticos. (Siempre me decía-¿Animales de cuatro patas? No, gracias. Me basta contigo que apenas tienes tres...) Sin embargo, ahora me tengo que comer estos tres gatitos.

-Me parece que vi tres lindos  gatitos...oh si, oh si son tres lindos gatitos...- informa Sartas,  ya muy recuperado y con ganas de broma.- ¿Y porque dices siempre lo de tu primera  mujer, Steady? ¿Acaso has tenido más?

-No. Pero me temo no podré evitar el acabar con otra.

Mira con interés a Bronte, quien, naturalmente se da cuenta. Lo que a ella se le escape...

-A mí no me mires. Lo de aceptar los tres gatitos es condición sine qua non para que yo me quede definitivamente a trabajar en este antro. Pero sólo a trabajar.

-.Para eso quiero yo a las mujeres, Para trabajar. ¿Qué te habías creído?

-Anda y vete a freír espárragos.

-Lo voy a hacer, fíjate, porque la tortilla de espárragos va por menos de la mitad. Pero, en conclusión. ¿Te quedas si acepto los  gatos?

-Me quedo- dice Bronte. Y todos aplaudimos, porque la queremos casi tanto o más que a un animal doméstico. Steady le da la mano y ahí se considera cerrado el trato.

-          Mi mano es mi palabra- asegura el barman- incluso cuando vengo de mear y se me olvidó lavármela. Cosa que- aclara- sólo hago con los mis enemigos.

Dicho lo cual y mientras tomamos nota mental para evitar tenderle nuestra mano si lo vemos cabreado, Steady  se va a freír espárragos, o quien, sabe, tal vez a mear. Lo que acaba de decir es otra de sus  boutades, Steady es persona muy pulcra y el Efen el bar más limpio que conozco.

Como los gatos.

-No darán que hacer. Son muy limpios y educados.

La frase de Bronte nos hace fijarnos en los mininos. Son prácticamente del mismo tamaño, dos de ellos con tonos rojizos y el tercero tirando a amarillo.

-Son de mi prima Felita. Tiene la casa llena de ellos.

-¿Y cómo has dicho que se llama tu prima? ¿Felina?

-Felita, gracioso.

Vuelve Steady un momento, a por algún ingrediente y murmurando algo sobre que después de todo le va a venir bien tener gatos, porque así tal vez acaben con los malditos roedores. ¿Ratones en el Efenbar? No, gracias, es que Steady nos llama así, “mardito roedorez” cada vez que nos ve comiendo a hurtadillas  sus legendarios frutos secos. Ya para entonces los  gatos están sobre la barra, haciendo sus gracias y cabriolas.

Grumpf acaricia a uno, mientras pregunta´

-¿Son de Angora?

-Que va...Ya los tengo de antes, hace  tiempo- responde Brónte, sin que Grumpf coja el chiste- Tanto que aprendí a a diferenciar sus características, no ya físicas sino anímicas, a conocer sus almas. Porque los  gatos tienen alma, sabíais?

-No. No sabíamos – dice Tubo, cogiendo a otro de los mininos- ¿Cómo se llama este?

-Ese es Retro. El melancólico.

-¿El melancólico?

-Si. Este de aquí es Vade, el intelectual. Y ese que tú tienes, Grumpf es Satán.

-¡Coño! –exclama Grumpf soltando el minino amarillo, que salta magníficamente al suelo.

-Es el más fuerte y atlético. Muy físico. Y se está desarrollando inconteniblemente.

-Satán es lo que tiene- apunta Grumpf, frotándose aún las manos en el pantalón.

-Yo creo que cuando sea mayor, este gato podrá levantar  coches y camiones, como sus primos mecánicos.

-¿Lo qué?...-pero Grumpf esta vez si coge el mal chiste y  hace un gesto  displicente con la mano, como diciendo que vale, pase que por aquello de que por distraer  la tarde, aceptemos gatos con  alma como animales de compañía, pero  que de ahí a compararlos con sus colegas hidráulicos hay bastante trecho. A esas alturas ya los felinos campan a sus anchas por todos los rincones del bar, que se va llenando de clientes, porqué es día de partido.

Brónte, muy profesional siempre, pregunta si molestan y todo el mundo les dice que no. Parece que estos gatos se están haciendo con la gente y la gente con ellos y presumo que, finalmente, acabarán dando mucho juego como mascotas del Efenbar. Unas mascotas muy curiosas, porque ahora viene lo increíble :

¡Les gusta el fútbol!

Es algo que podemos comprobar de inmediato. Cuando, inocentes gaticos, ya se han pasado haciendo de las suyas y derribando algún vaso, Brónte no tiene más remedio que llamarlos al orden con un grito que...

-¡Vade! ¡Retro! ¡Satán!

pone algunos pelos de punta en el desconcertado auditorio, resulta que, casualmente es el momento en que empiezan a sonar los himnos en la previa del choque futbolero. Pues bien, los tres gatitos  se colocan juntos frente al televisor, en un altillo , y al sonar  el himno patrio cimbrean sus cuerpos ( rojo-gualda-rojo) armónica, rítmicamente, como una peluda bandera que ondeara sobre una tropa que canta enfebrecida la más fácil letra de todos  los himnos sin letra que en el mundo son y que igual sólo es este.

Y no es eso todo, mientras dura  el partido se están ahí, juntos y quietecitos, intercambiando maullidos de expertos  en las buenas jugadas  o de angustia en las que suponen peligro para los nuestros. Y  cuando llega la catarsis del gol de nuestro delantero centro,  lo celebran con tal triple maullido de placer que yo creo, ma petite bijoux, que incluso el  gato que está triste y azul unas manzanas más abajo,( sí, ese que nunca se olvida que fuiste mía), se tiene que permitir una sonrisa ( una de esas sonrisas  chesirescas de los gatos). Y un botón de esperanza.


 Y es que si, finalmente, hasta Fernando Torres marca, será que aún todo es posible. 

viernes, 10 de enero de 2014

Poema: "Tu mi luz".

   Cuando la luz se hace firme,
Cuando el sonido transforma el amor,
Cuando la Diosa se hace Angel,
Es cuando apareces tú.

   Así es el paraíso,
En el alma de tu amor,
El mundo que está en tu mirada,
Atrapó mi corazón.

   Ahora toco el sonido,
Así como pruebo la bella luz,
Hoy miro tan bello el amor,
Cuando cerca veo una bella Diosa,
Siento bello el calor;
Al verte a ti tan hermosa,
No hay nadie tan preciosa,
Ninguna Diosa o ninguna flor.

Autor:
Miguel Ángel Rojas Ibarra.
Mazatlán, Sinaloa, México.
Viernes 10 de enero del 2014.

jueves, 9 de enero de 2014

Veintiséis de Abril





Cuánta vida he malgastado

desde aquel veintiséis de Abril

de hace tantos años.

Por Entre Cárceles,

camino de Plaza San Francisco,

indeciso y temeroso,

con las palabras más torpes

balbuceé mi declaración de amor;

nervioso recibí que era aceptado,

confusamente correspondido.

Te tomé de la mano

y caminé sobre una nube contigo

hasta que llegamos al río.

En la baranda,

ante la Torre del Oro,

te robé el primer beso

inexperto, atropellado.

Ahora hemos vuelto a pasar

por el río y la baranda.

Todo ha cambiado,

hasta la luna se ha ido.

Por Entre Cárceles,

camino de Plaza San Francisco,

aquella inocente declaración de amor

se ha trocado hoy

en sarcasmo doloroso,

en frío reproche de hielo.

Mi mente ha vuelto al refugio

al que me lleva la nostalgia

de aquel veintiséis de Abril,

a la baranda y a la Torre del Oro,

al furtivo primer beso

que la luna celebró

con su reguero trémulo de luz

sobre las aguas del río.

Te regalo

Te regalo mi voz,
mi risa, mi luz.

Iré dejando pedacitos de mi

por todos los rincones
de tu corazón,
para que en cada latido
los vayas descubriendo.

En las nubes dejaré

lágrimas sin abrir.

En luna y media

prenderé mi sonrisa.

En la brisa, suspiros

de pasión,deseo o espera.

Te recitaré versos 

en la madrugada.

De besos vestiré 

tu cuerpo.
Tu sed, será mi sed
y te beberé a sorbos.

Te abrazaré ,

y así te envolveré,
en un intenso cielo azul.

Viviremos,

tormentas y calmas.
Cuentos infinitos
a los que nuca
pondremos fin.
Soy Alicia Valverde Romero:
En Twitter : @AliciaValverder 
En Facebook: Buenos dias Princesa
En mi blog: Buenos dias Princesa 
Contacta Vía Mail: alinuski5@gmail.com