miércoles, 26 de febrero de 2014

Viejas cartas.



Unas amarillentas  cartas, ignoradas en un cajón
de aquel  viejo escritorio.
Miles de  poesías escritas con  tinta de  lágrimas,
que  nunca ya  recitará.

Las desvaídas fotos, que lucen colgadas
en la pared del dormitorio,
y,  las  rancias  cuartillas con olor a rosas,
que  jamás se  escribirán.

Solo queda eso,  las ilusiones y los recuerdos
que el tiempo no pudo borrar.

Ella adoptó  sus  sueños, los que añora,
los que no quiere olvidar. 




Autora: Alma de Sauce 
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