No quiero más
definitivamente, no quiero más
No quiero más sangre derramada en nombre, en busca o por
orden de un supuesto más allá .El mas allá está aquí, porque nada hay tan
lejano como el amor y la comprensión entre los hombres, ese es el verdadero más
allá, lo único digno en que creer a pies juntillas, con los ojos cerrados, con
los brazos en alto, con las abiertas manos desarmadas.
No quiero más mentiras en nombre de la dignidad del hombre,
no quiero volver a oír la palabra humanidad o derechos humanos, en bocas de
farsantes con corbata y con cargo mientras haya gente que muera de hambre
pudiendo vivir y comer durante un mes con solamente lo que cuesta, por ejemplo,
el alfiler, precisamente el jodido alfiler de la jodida corbata.
No, no quiero más sonrisas, no quiero más cumbres, no quiero
más fotos al pie de una escalera de grupos de mandamases sonrientes. ¿De qué se
ríen? No quiero más almuerzos de cinco tenedores en conferencias contra el
hambre, no quiero más mesas petitorias , no quiero más cuentas de ayuda, no
quiero más solidaridad internacional a toro pasado, ni siquiera quiero más
caridad, porque seguramente lo que quiero es justicia.
No quiero que viajemos a Marte hasta que no seamos capaces
de viajar hasta el corazón de nuestro hermano. Ese si que lo tenemos a años luz
de distancia cuando inventamos máquinas de matar cada vez más perfectas (
ninguna tan perfecta y eficaz como el hombre . Hay quien dice que ha sido
creado para amar, pues en ese caso habremos de admitir que no hay ningún plan
perfecto y que incluso el creador comete errores)
No quiero más este mundo de violencia explícita o implícita,
plagado de fronteras, en donde los mediocres son llamados grandes hombres,
donde la química envenena la sangre y la mente, donde el progreso conduce al
rebaño, donde es una broma hablar del pensamiento único cuando el único
pensamiento es conseguir que la gente no piense.
No quiero tener por aire el humo, por paisaje el cemento,
por futuro una urna donde metan mis cenizas y por presente otra urna en donde
meter mi voto. No quiero que esas dos urnas resuman mi vida. No, no quiero ser
un voto que camina, en un mundo donde se compra, se vende, se pacta, se
humilla, se olvida, se ignora, se denigra , en donde la gente muere antes de
vivir o vive, sonríe, habla y copula sin saber que está muerta. No quiero más
caminar en este éxodo hacia la nada en donde hasta los pocos que circulan en
sentido contrario son accidentes previstos por la estadística. No, no quiero
más.
Y sin embargo me levanto cada mañana en este mundo en el que
no creo. Y a veces hasta sonrío y gozo y me encuentro feliz en este mundo
terrible que definitivamente no quiero más, que no, que no quiero.
Pero es sólo porque tú estás en él , y a ti si te quiero.
Ritman,
Gracias por vuestra lectura.
A vuestra disposición en mi blog: Las flores del Mac
Y en twitter : @RitmanBlu
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