Es a ti a quien mi alma venera
en la dulce espera de tus besos,
por quien desgarra sus ropajes
cargando el equipaje de extrañarte
con el aliento perdido casi sombrío
junto a las aguas del río te espero,
con la sangre de mis penas
se recargan mis venas recorriendo
los cauces de tu condena.
¡¿Por qué me has sentenciado?!
¡Oh, mi dulce y tierno amor!
Mis labios susurran tu nombre,
en el altar de mis sueños
donde tu amor es eterno,
donde no existe el tiempo
corroyendo los momentos,
cuando por ti mi corazón se agita,
y en mis labios urge la prisa
por besarte y entregarte mi calor.
Dulces sueños dónde vienes a mí
con tu matiz inocente, transparente
Y sensualmente apasionado,
contigo me siento impulsiva e irreflexiva
como una niña ilusiona que se enamora
por primera vez,
por ti que he recobrado la sonrisa
Y el sabor de la esperanza endulza
mis mañanas junto a la fragancia
del alba y la suavidad de la brisa
que seducen mis pupilas con tu imagen,
esa que me acompaña en todo y cada
momento, porque ella entiende
lo que por ti siento.
Por ti he recobrado la sonrisa,
Y mis estados se columpian en
un vaivén de sentidos hambrientos,
risas y llantos en un conjunto de
extrañarte y amarte a cada instante…
Soy Amelia Orellano Bracaccini:
Me encanta este rincón
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