Esmalte cuarteado, medias rotas y rímel corriendo por su cara. Esperaba la primavera en aquella estación sin retorno, pero el invierno había invadido su corazón. Levantó la cabeza para respirar mirando a un lado y a otro. Sin ver nada, sin sentir... Obligándose a olvidar, tragándose sus lágrimas negras que le prenetraban hasta el alma, pensando que aquella noche todo llegó demasiado lejos.
Tantos trenes a su alrededor y ningún destino le importaba. Se quedó allí congelada, con su vestido de margaritas y sus botas desatadas.
Tantos trenes a su alrededor y ningún destino le importaba. Se quedó allí congelada, con su vestido de margaritas y sus botas desatadas.
Alguien le limpió la cara. Una mano fría recorrió su mejilla y un escalofrió recorrió su cuerpo...
"Un sol frío" pensó "Pero sol, al fin y al cabo"
Sus miradas esquivas se cruzaron...
"Un comienzo inesperado. Una estrella en la oscuridad."
Y en ese instante cerró los ojos, enmarcó ese momento y lo colgó en su memoria.
Por lo inesperado, por los nuevos comienzos, por ella...
Por: Lady Writer
Twitter: @IreneNomada
Blog: Nómadas en la Noche
Que bonito Lady, me ha recordado por un momento a la Penélope de Serrat.
ResponderEliminarOhhh Rita que comentario tan bonito... Serrat es muy muy grande! Y yo muy pequeñita a su lado, así que mil gracias.
EliminarUn abrazo fuerte!