El cielo después de unos días de lluvia
me regala un arco iris de pintura
con el que dibujo una sonrisa. ¡Es tuya!
Eres una luz que acaricia mi frente,
un aire fresco que penetra en mi mente.
Trazo lineas con tu dulce mirada
y evoco lo mucho que fuiste querida.
Seguiré buscando de muerte en muerte
saltando y buscándote de vida en vida
hasta cancelar ese vacío inerte.
Añoro contigo un tiempo desmedido
donde hayan alegría y felicidad.
¡Vamos a lograrlo! Por eso pervivo
porque algún momento será realidad.
El pasado me dejó un dolor constante,
fijo, inmueble, como una débil llama
que permanece grabada aquí en mi mente
y aún débil asiduamente me ama.
Me sorprende día a día tu mirada.
Está en mi aunque de real no tenga nada.
Es raro: de día estoy triste, ¡vacío!
De noche embelesado por tu elegancia:
al imaginar resulta tan presente
tu sueño, pero al alba estas tan distante...
Dudo si la realidad es ilusión
o el sueño representa la perdición.
Tal vez todo sea irreal y profundo:
te busco en un pozo de sueño y conciencia,
¿Es este tu mundo? Un umbral que es ignoto
como son todos tus recuerdos: ¡remotos!
Rastreando ese fulgor que me acaricia,
pervivo buscando la llama de tu ser,
algún momento esa esencia quiero ver
porque ¡Sigues vertiendo luz en mis sueños!
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