décadas de
pensamientos ahogados.
Cartillas de
racionamiento,
hambre incubando
raquitismos postreros.
Los muertos colman
el cementerio,
repleta de huesos
la fosa común.
Los saqueadores
arramblan con todo,
el estraperlo monta
en dorado corcel
sobre la cerviz de
los mancillados.
El llanto que no
cesa,
la avaricia que
todo lo acapara,
niños desnudos, descalzos
en el suelo,
descuartizada la
dignidad,
abandonado el pudor
en cualquier cuneta,
los persigue la
vida para grabarlos en muerte,
no hay consuelo, no
hay piedad,
sólo abatimiento, sólo
tinieblas,
sólo la muerte
esperando a sus muertos.
Manuel Domínguez
Manuel Domínguez
Manuel Domínguez
En twitter : @Jeringo_Frio
En mi blog : El vigía del Sur
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