Con la poca luz que llegaba
desde la ventana
pudo ver las lagrimas
recorriendo despacio su mejilla.
Quería contarle
todo lo que guardaba en el alma.
El, se lo leyó en los ojos.
Se levantó,
se acercó lentamente
y la abrazó.
La tormenta cesó,
dando paso a una brisa suave, fresca,
que trajo alivio a sus heridas.
Volvió a dormir,
y se , durmió con ella,
se soñaron,
sintiendo su abrazo.
Y así, los encontró
la madrugada.
Excelente escrito Alicia, dentro de la turbulencia, limpio y sereno.
ResponderEliminarÉl,se lo leyó en los ojos... Q bonito Aki !!! ;-)
ResponderEliminargracias Anonimo y Crys ;))
ResponderEliminarQue bonito Alicia, que los encuentre así la madrugada...
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