Dejaré que la Luna
se cuele por mi ventana,
y que los vientos fríos del norte
me inunden.
Para hacerme compañía,
dejaré que la brisa del mar
me bañe de susurros.
Te perseguiré,
en uno ocaso de besos
y despertaremos un alba
de amores rendidos
Rendidos al corazón,
a la pasión
de saberse vivos.
Rendidos a la ternura
de dos corazones
que serán uno.
Rendidos a besos,
caricias, todas nuevas,
todas por descubrir.
Rendidos,
porque nuestro amor
nació rendido
Preciosa entrada, muy romántica y apasionada.
ResponderEliminarUn saludo :)