queriendo disfrutar un poco más el día.
Pero inevitablemente,
sus rayos se fundían en la noche,
igual que tus manos en mi cuerpo.
Las cortinas bailaban despacio sobre nosotros,
al compás de una brisa
que aterciopelaba el atardecer.
Comenzaste a pasear sobre mis senos
siguiendo sus curvas, sus lunares.
Pero sin rodeos, atacando al punto exacto.
Justo para que yo me dejase llevar con tus caricias.
No me molesté en llevarte donde yo estaba,
donde surge la risa y todo se vuelve turbio entre estrellas,
simplemente me dejé llevar...
Me dejé hacer y olvidarme del resto.
Ya me amabas tú, en plan superlativo, por los dos.
Haciéndome perder la cabeza...
Te sumergías entre mis pechos,
mientras mi cuerpo ardía por todas partes.
Mi respiración acelerada,
rompía el silencio del dormitorio.
E hicimos de una vela
nuestro sol particular,
quemándonos por dentro.
Llevándonos a otro nivel de seducción,
convirtiendo nuestro amor,
en amor superlativo.
Por: Lady Writer
Twitter: @ireniusNomad
Blog: Nómadas en la Noche
Lady, escribes de lujo, igual en jota que en fandango. Te sales.
ResponderEliminarMil besos.
Acabo de ver el comentario Rita! Mil gracias siempre...
EliminarMe emocionan tus palabras. Gracias por estar ahí!
Un abrazo fuerte!