Con un pasaje de
ida sin retorno
en un tranvía de
ilusiones
la noche nueva me
lleva hacia ti,
a tu lado, a tu
sonrisa,
a la caricia de tu
piel,
mis pensamientos
vagabundos, e intransigentes
vuelan deseosos a
través,
en una nube de sueños,
donde la llanura
de tu boca,
espera ansiosa por
la mansedumbre
de mis labios,
que rozan y te
tocan
dulcemente
agonizantes,
agitados en ecos
gemidos,
susurrando sobre
tu vientre
palabras acostadas
silenciosas
miradas,
en un lento respirar
nuestros anhelos
arden
como nuestras
almas jadeantes
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