martes, 29 de julio de 2014

Un acontecimiento.



Apuntes galácticos que se transforman
en sustancia etérea,
como la disyunción del arrepentimiento
y la añoranza de un anhelo
como el cambio y la transformación fundamental,
como el instrumento en su afinidad y su finita elocuencia...

¿Qué tan adverso resulta el universo?
qué tan sencillo e irreversible es el hecho
de no volver al mismo río;
qué tan trascendental y fugaz es la razón;
cómo puedo variar mi espíritu solitario y errático;
cómo debo destruir la venerabilidad
sin olvidarme del mundo...

Este motor dentro de mi,
que aún sin combustible
va caminando y funciona como prueba de
un gran acontecimiento, pero entonces...
¿Qué acontecimiento me hace grande?;
cómo podré un día, sin pleno aviso irme,
irme y saber que aún en ausencia
seguiré siempre presente.


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