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Dibujó con su sonrisa
un palacio de amapolas
sembró semillas a semillas
cultivándolas ella sola
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Amaneció un buen día
colgando de su puerta
una caja amarilla
con listones azul Francia
y
violetas,
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la abrió sorprendida
cuidando no romperla,
era una luz encendida
que gira sobre su eje
cegando con su brillo
toda mirada perdida,
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¡Era un rayo de sol,
trayendo consigo,
alegría, paz y amor!
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Lo colocó muy despacio
sobre su castillo de amapolas
las cuales florecieron
llenas de vidas
Irradiando variedad
de colores,
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¡Has sido bendecida!
le habló una voz
dentro de su mente
por ser agradecida
a tus raíces, a la vida
y trabajar tenazmente
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