miércoles, 28 de enero de 2015

No calles

Hundió el puñal muy hondo
en su pecho
¡Y sintió!
Que todo había muerto,
al levantar la  mirada
se encontró con el desierto,
¡Calla muchacha, no digas esas palabras!
¡Bórralas de tu mente de nada sirve recordarlas!
 Sentía con impotencia
su dignidad ultrajada
enterrada en los confines
del silencio
¡Postrada la garganta
quebró sobre su lecho
negándose a emitir
toda palabra de sufrimiento!
¡Aprende a sonreír
aunque por dentro
estés muriendo!
Agonizantes pupilas
escondieron sus miradas
ya no había fantasías
príncipes en carrozas
ni cuentos de hadas.
¡Paga por ser quien eres
aunque no lo merecieras!
Mañana habrás olvidado
será cosa del pasado,
¡Y cuando un pensamiento
te lleve nuevamente,
dile que es mentira

que todo  fue un  invento!

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