Se fue
el dolor
llegó la
calma,
junto con
ella
la esperanza
la ternura
y
la bonanza
de
saber
que hay
paz
en mi alma,
que la
angustia
ha
partido
llevándose
el
gris de
la mañana,
afuera salió
el sol
ya no
lleve en mi
ventana,
la mesa
está servida
los
hijos y nieta
esperan,
con sus
corazones
abiertos,
depositando
sobre
mi
pecho sus ilusiones
tempranas,
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