¿Y CUAL ES EL MÍO?
Donde quiera que te poses
en cualquier sitio que mejores con el simple roce de tus pies
en cualquier ambiente
al cual , más aún, tu olor purifique
en cualquier viento
al que regenere tu fresco aliento
detente y escucha un instante:
yo soy aquel que aporrea como un deber los tambores de la duda
esa etiqueta colgada en tu maleta que dice “ misterio “
un guiño del pasado saliendo del bosque de las telarañas
Pero no me preguntes mi nombre
porque yo
no tengo nombre
Tú eres aquello que he buscado desde que me dijeron “ Buscas
en vano”
la locura que perseguí desde que me trataron de loco
aquello por lo que me eché al camino sin levantarme de la
silla ;
atiende,
yo soy la espina clavada en el metal, el agua que no moja,
el incienso enardecido del más pagano y absurdo de los
cultos
la derrota que ríe, el milagro delirante de la noche.
Pero no me preguntes mi nombre
porque ni siquiera yo
lo sé.
Cuando pones nombre a alguien dicen que lo posees un poco
cuando miras a
alguien, en cierto modo lo desnudas
y cuando lo tocas, quieras o no, le arrancas algo
Pero yo
no te tocaré
no te miraré
no te llamaré
Porque yo me llamo Nada, e incluso hasta de ese nombre me
olvido
porque me gusta asomarme como un paria al templo de los
poetas
en donde los hombres no conciben un mundo sin magia y sin
esfinges
y
porque aparecí o apareciste o nos aparecimos
como, en el cielo de más allá del cielo, se encuentran dos
cometas
escapadas de las insensatamente puras manos de los niños.
o
porque siempre fuimos eternos y ahora hemos descendido al
tiempo
con sonrisas fabricadas y con versos y con música
y un soñar que nos compone cada noche una voz, cada noche
una cara.
Por todo eso no me nombres
no me digas que todo tiene un nombre, porque entonces
¿cual es el mío?
¿me llamo soledad, me llamo ternura...me llamo tristeza...o
me llamo ironía?
No,
yo soy aquel que nada me llamo,
sólo encuéntrame por encima de la ruptura de los átomos,
en la primigenia energía y el caos donde todo se hizo
donde el plan se desbocó con tanta cosa indefinible.
Porque puede que tan sólo sea un sentimiento
un verbo ágil y una mente clara,
porque puede que sólo sea uno de tantos exploradores
perdidos
un cazador furtivo en
el país de las palabras.
Entonces… búscame en el verbo
porque yo soy las palabras, todas y cada una de ellas
la palabra amor y la palabra sangre
la palabra odio y la palabra quiero
...y la palabra adiós.
Cada vez que la luna cae ,como de un disparo,
yo pienso en ti, allí, abajo de la luna, mirando al mar,
perdido e impotente,
lamo mis heridas y abandono el campo de batalla
silbando mis canciones de soldado desconocido
Porque no tengo nombre, pero sí que espero,
que sepas escuchar y entender este silbido anónimo
mi batalla ciega entre el dolor sin notas
mi bandera eterna del amor sin nombre.
Ritman,
Gracias por vuestra lectura.
A vuestra disposición en mi blog: Las flores del Mac
Y en twitter : @RitmanBlu
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