Naciste
*
Naciste tras un parto de vocales
(crisálidas aparte mariposa).
Pendiente de pretéritos cristales
buscaba que tu luz vertiginosa
hendiese toda carne como espada
etérea, flamígera o lustrosa
hendiese toda carne como espada
etérea, flamígera o lustrosa
según me pareciera. Delicada
te vi crecer y dar a cada instante
la esencia de mi ser multiplicada
te vi crecer y dar a cada instante
la esencia de mi ser multiplicada
por ella, la absoluta interrogante.
Y ahora que ya vamos de la mano,
que somos una voz desconcertante;
Y ahora que ya vamos de la mano,
que somos una voz desconcertante;
¿me vienes a decir que todo es vano
si faltan la caricia imperceptible,
y el austro de una fusa en el pïano?
si faltan la caricia imperceptible,
y el austro de una fusa en el pïano?
¿Y dónde buscaré lo bonancible?
Del llanto nada espero y, por instinto,
mi mente se debate en la intangible
Del llanto nada espero y, por instinto,
mi mente se debate en la intangible
escucha de un recuerdo casi extinto.
Desecho, me atenaza mi natura
e intento liberar del laberinto
Desecho, me atenaza mi natura
e intento liberar del laberinto
los sueños que una vez fueron locura
con forma de paisajes del pasado
y sendas por andar a la aventura.
con forma de paisajes del pasado
y sendas por andar a la aventura.
Como ese amanecer junto a tu prado;
allí donde la vida es permeable
solaz que en la memoria he dibujado
allí donde la vida es permeable
solaz que en la memoria he dibujado
igual que cuando fuimos: inmutable,
cuajándose de auroras y celajes
en un acariciar de seda amable
cuajándose de auroras y celajes
en un acariciar de seda amable
que Apolo ledo guarda entre ramajes
y bandos de estorninos, cuyo canto,
dedícase al placer en mil lenguajes
y bandos de estorninos, cuyo canto,
dedícase al placer en mil lenguajes
por ti, gacela indómita del llanto
eterno. De tus brazos la mañana
discurre hasta esconderse tras el manto
eterno. De tus brazos la mañana
discurre hasta esconderse tras el manto
que cubre con ternura esa manzana,
la misma que desnudo fui a probar
cuando éramos dos ángeles sin grana
la misma que desnudo fui a probar
cuando éramos dos ángeles sin grana
y tú me diste entrada hasta tu hogar.
Mas sé que ya no estás sino en mi mente
y escucho tus gemidos como un mar
Mas sé que ya no estás sino en mi mente
y escucho tus gemidos como un mar
que se alza embravecido al occidente
llevando tu mirada a fuego impresa
tatuada en mis arterias; un torrente
llevando tu mirada a fuego impresa
tatuada en mis arterias; un torrente
que bate mi latir y nunca cesa
al orbe en derramar cada solsticio
la sangre de mi arcilla que te besa
al orbe en derramar cada solsticio
la sangre de mi arcilla que te besa
prendida de tus alas hasta el juicio
final, en que mi espíritu y su cera
habrán de averiguar si algún resquicio
final, en que mi espíritu y su cera
habrán de averiguar si algún resquicio
de amor quizás los torne en primavera
bendita para siempre; bien dispuesta
a verse en la ascensión hasta la esfera
bendita para siempre; bien dispuesta
a verse en la ascensión hasta la esfera
celeste e inmarcesible en una fiesta
floral de melodías estelares.
Brillante, cada pétalo se apresta
floral de melodías estelares.
Brillante, cada pétalo se apresta
refulgiendo por todos los lugares
en agua luminosa que me expande
sin mácula ni fin donde cantares
en agua luminosa que me expande
sin mácula ni fin donde cantares
afluente de una vida, ya no grande,
inmensa en que la luna se sonroja
al ver el corazón del sol y el glande
inmensa en que la luna se sonroja
al ver el corazón del sol y el glande
del cielo atravesando el himen puro
del aire; renovando la utopía
en cálamos que beben de lo oscuro
y vuelan hasta hacerse poesía.
del aire; renovando la utopía
en cálamos que beben de lo oscuro
y vuelan hasta hacerse poesía.
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MM
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